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Madrid, 18 jul (EFE).- El director de Financiación y Tesorería del grupo Iberdrola (MC:), Jesús Martínez, ha señalado a Efe que la tendencia de crecimiento de la financiación sostenible es «imparable», al igual que la transición hacia una economía neutra en carbono, una idea que comparten otros expertos consultados.
En este sentido, el socio de Sostenibilidad de KPMG, Ramón Pueyo, ha apuntado que actualmente existe una «mayor confianza» hacia productos financieros sostenibles, como los bonos verdes y los bonos sociales, por parte de «inversores, gobiernos y empresas».
El director general de contratación patrimonio y tesorería de la Comunidad de Madrid, Jesús Vidart, ha indicado que la única emisión de deuda que ha realizado la Comunidad de Madrid en 2018, por valor de mil millones de euros, «ha sido sostenible» y la tendencia es que la deuda que emita esta autonomías sea sostenible totalmente.
Para La Caixa, este aumento de la demanda de financiación sostenible se produce porque «las compañías son percibidas por el público, cada vez más, como entidades que tienen que tomar un papel activo y con impacto en la sociedad» en materia de eficiencia energética y en materia social.
Martínez, por su parte, ha destacado que Iberdrola ha sido la primera empresa española en emitir deuda sostenible, en abril de 2014, y cuenta «con más de 8.000 millones de euros de financiación verde vía mercados de capitales».
También ha explicado que, actualmente, «más de un 20% de la financiación del grupo» tiene un «formato verde».
De hecho, la compañía es «el mayor emisor privado de este tipo de bonos en el mundo durante los ejercicios 2016 y 2017», ha explicado.
Sobre la rentabilidad de este tipo productos, Martínez ha apuntado que «son tan competitivos o más que los de un bono estándar», y ha subrayado que «el impulso a proyectos alineados con la consecución de un futuro sostenible» ha aumentado la base inversora de Iberdrola.
Por su parte, Pueyo de KPMG ha afirmado que estos productos «no son menos rentables que los demás» y que han dejado de ser «una cuestión de nicho».
Ha apuntado que la financiación sostenible en España «no tiene nada que envidiar» a nivel internacional, aunque ha advertido que el porcentaje que representa la deuda sostenible respecto a la estándar «está muy lejos de ser un porcentaje significativo».
Asimismo, Vidart, en la línea del resto de expertos consultados, ha manifestado que «cada vez hay más pequeños ahorradores que van al banco» y quiere invertir en «proyectos sociales y sostenibles».
Desde La Caixa, han manifestado que en España se ha emitido en torno a 10.000 millones de euros de deuda sostenible desde 2015, y han destacado que «sólo países como Francia, Holanda y Alemania estarían por encima de España en cuanto a emisiones sostenibles».
En España «tenemos ejemplos de emisiones sostenibles en todos los sectores»: en deuda corporativa ha habido emisiones de Iberdrola, Repsol (MC:), Gas Natural (MC:) y Acciona (MC:); en financieros, KutxaBank, Caja Rural de Navarra y BBVA (MC:); y en el sector público, ICO, Comunidad de Madrid, Adif, Ayuntamiento de Barcelona y Gobierno Vasco, han señalado desde la entidad bancaria.
Por último, los expertos consultados han coincidido en la necesidad de establecer un marco normativo que regule y defina qué es la financiación sostenible, algo en lo que está trabajando la Comisión Europea, que prevé una propuesta legislativa para fijar unos estándares sobre estas inversiones en 2019.
En la actualidad, los inversores en este tipo de bonos se rigen, de forma general, por los estándares fijados por la organización de comercio International Market Capital Association (ICMA) que ha fijado una serie de principios para invertir en este sector.
En cualquier caso, Vidart ha señalado que «este tipo de fondos no necesitan una regulación muy extensa» porque es el propio inversor el que exige al emisor de deuda unos criterios, de modo que «la confianza» entre ambas partes es fundamental.
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